La estructura del currículo avanzado

He llegado a la conclusión de que soy mala lectora: cuando les explico a mis alumnos que los encabezados, las ilustraciones y, en general, el layout de un texto son importantes, me doy cuenta de que yo misma muchas veces me los salto. Lo mismo me ocurre con las introducciones - voy al grano, aunque eso muchas veces suponga que me pierdo parte de la información. 


Parece que no soy la única a la que le pasa esto. A medida que el currículo se va dando a conocer, me van llegando preguntas, e incluso reacciones de incredulidad: "¡ha desaparecido la literatura!"; "¡se han olvidado de incluir los objetivos de cada curso!"... 

Se ve que más de uno es de lectura rápida, como yo, y al final se queda con el mensaje a medias. Por eso hoy me gustaría resaltar el preámbulo (págs. 7 a 10 del proyecto de orden), que no solamente explica el papel del texto literario en el nuevo currículo, tema al que volveré en otra entrada, si no que describe la estructura del documento, descripción que copio aquí:

El documento curricular desglosa primero las competencias que se desarrollarán a lo largo de la etapa de Educación Secundaria Obligatoria, para más adelante especificar las competencias concretas y los contenidos específicos que se trabajarán en cada curso. Estas competencias y contenidos se orientan en los niveles del MCER, de manera que en 1º ESO se trabajará, como mínimo, en el nivel B1, en 2º en el nivel B1+, en 3º en el nivel B2, y en 4º en el nivel B2+. En la sección dedicada a los contenidos lingüísticos específicos de cada curso se ofrecen ejemplos de las funciones, estructuras y expresiones que se trabajarán, con el fin de ilustrar los niveles establecidos para cada curso. Estos ejemplos nunca deben ser entendidos como una lista cerrada de ítems a trabajar.

La programación de cada curso se cierra con una tabla en la que se especifican los géneros textuales que se deben trabajar en cada curso, se especifican los aspectos del trabajo con las diferentes destrezas – incluidas las de pensamiento – que se deben resaltar, y se ofrecen sugerencias tanto de tipos de texto, orales y escritos, que los estudiantes pueden producir, como de los textos que pueden servir de input. Las sugerencias, de nuevo, deben servir para guiar la labor de planificación, pero nunca deben tomarse como ítems que hay que cubrir.
 

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