El arte de escuchar, o por qué el trabajo en grupo no siempre funciona

Esta mañana trabajé con los alumnos los textos sobre Amnesty International que propuse en la unidad de "descriptive reports". Al pedirles a los estudiantes que pusieran los textos en orden de objetividad hubo una discrepancia de opiniones porque había quien decía que el texto proveniente de la página web de Amnesty International era más subjetivo que el de J. K. Rowling. A mí estos momentos en los que existen diferentes opiniones me encantan porque aprovecho para forzar a los estudiantes a explicar sus respuestas y a dar razón de sus percepciones. Hablar de lo que uno piensa, y más argumentarlo de cara a otras opiniones, ayuda a aclarar las propias ideas y de alguna manera las pone a prueba.

Sin embargo, en estos momentos también me doy cuenta de que los estudiantes no necesariamente saben debatir ni dar razones para sus opiniones. Y, quizá más preocupante que esto último, en muchas ocasiones los estudiantes no se escuchan. En parte porque hablan muy bajito, y con esto tengo una lucha sin cuartel, pero en parte también porque no son conscientes de que solamente se puede desarrollar un pensamiento y una argumentación conjunta, en la que no se trata de tener razón si no de encontrar la "verdad", cuando se escucha lo que el otro tiene que decir. Basta con llamarles la atención sobre ello para que se den cuenta, aunque para mejorar este aspecto fundamental de la comunicación haya que parar e insistir muchas veces.

No fue hasta descubrir el trabajo de Neil Mercer a este respecto que caí en la cuenta de que no podemos dar por hecho que nuestros estudiantes estén acostumbrados a escucharse o que sepan elaborar un pensamiento de manera conjunta, construyendo cada uno sobre las ideas del otro e intentando encontrar la mejor respuesta a la pregunta planteada. Este profesor de Cambridge ha desarrollado todo un programa para enseñar a los alumnos de primaria a aprovechar las capacidades que cada uno aporta a un grupo para llegar a las mejores respuestas. El programa se llama Thinking Together y está disponible en la web. Yo adapto los materiales dirigidos a los alumnos menores a mis estudiantes, y tengo que decir que se sorprenden cuando caen en la cuenta de lo que significa un buen trabajo en grupo, un buen debate o simplemente buscar una solución en común. Tanto es así que al finalizar un pequeño experimento que hice con un grupo de alumnos, uno de ellos se acercó a mí y me dijo: "Es increíble, nadie me había hablado nunca de esto. Yo siempre pensaba que debatir era decir tu opinión."

A veces, viendo el panorama politico y la crispación en la sociedad en general, me pregunto cómo serían las cosas si todos hubiéramos aprendido a escucharnos y a "pensar con otros". Aquí hay mucho trabajo que hacer, y la asignatura de inglés tiene mucho que aportar 😃  

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